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Travel to Albania: Su riviera y otros tesoros nacionales
El país balcánico tiene un atractivo digno de cuentos. Sin embargo, es una potencia turística emergente, ya que solo hace poco tiempo sus grandes ciudades fueron abiertas para ser recorridas y exploradas por personas de todo el mundo. Su riqueza natural, altamente variada, la ha convertido en uno de los destinos más codiciados por los fanáticos del turismo slow. La vida relajada en la playa y las caminatas por los alpes son de los recorridos más realizados. Destacando la cantidad sorprendente de contrastes que existen en cuanto a la influencia de los hechos históricas que ocurrieron y que vivió Albania miles de años atrás.
Uno de los destinos europeos más desconocidos despierta interés por sus ciudades y su riqueza natural, la cual entre lagos, montañas y fortalezas medievales expresan una de las influencias culturales más características que une a Oriente y Occidente. National Geografic la describe como “la Iliria del Epiro griego y una de las regiones de Macedonia que se enfrentó a los romanos antes de ser conquistada. Cuando el imperio se dividió en dos en el año 395, Albania quedó del lado de Bizancio. De religión cristiana y lengua griega, durante la Edad Media vivió la llegada de los ejércitos otomanos de camino hacia Europa occidental. Su héroe nacional, Skanderberg, unificó a la nobleza local y resistió la embestida más de 25 años. Tras su derrota en el siglo XV, Albania entró a formar parte del Imperio otomano durante los siguientes cinco siglos”.
Esto, la convirtió durante muchos años en una ciudad cerrada, difícil de acceder. Sin embargo, hace poco empezaron a operar vuelos que llegan a Tirana, la capital del país, desde Barcelona o Madrid, pero también se puede llegar a Sarandë en ferry desde la isla de Corfú en Grecia. Los que han tenido la suerte de visitarla señalan que los mejores momentos para recorrer sus alpes en es primavera y otoño mientras que a la riviera albanesa se recomienda ir en verano.
En junio, la fotógrafa Nea Barends junto a sus amigas recorrieron el sur del país. Específicamente Sarandë y Ksamil. Llegaron en ferry desde Grecia, el precio del trayecto les costó 25 euros por persona y duró alrededor de 30 minutos. Para ir de Sarandë a Ksamil hay buses que cuestan un euro por persona o taxis por 30 euros. A ellas les recomendaron por seguridad y al ser un grupo solo de mujeres, irse en taxi. En el país, la religión más practicada es el Islam y en lugares públicos prácticamente no se ven mujeres locales. “En bares, buses y restaurantes se ve un 90% de hombres y si hay mujeres son extranjeras, lo que puede ser un poco chocante o incómodo para un grupo de mujeres solas. A pesar de sentirnos observadas jamás nos sentimos inseguras”, comentó.
La moneda local es el lek que equivale a 0,0093 euros pero en todas partes se aceptan euros y te lo redondean. Por ejemplo 100 lek = 1 euro o 1000 lek = 10 euros. En las playas, una reposera por todo el día cuesta entre 7 y 25 euros, dependiendo del beach club. Y comer en los mejores restaurants de Ksamil cuesta alrededor de 20 euros por persona. Recomiendan conocer Albania y su riviera si te interesan playas increíbles y beach clubs entretenidos y de buen precio.
DATOS IMPERDIBLES:
- @principotesksamil.al Beach Club ondero en pleno Ksamil.
- @kepmerli Complejo de villas exclusivo con playa privada a las afueras de Ksamil. También se puede arrendar reposeras y pasar el día ahí.
- @poda_boutique_hotel_ksamil uno de los Beach Clubs más típicos de Ksamil.
- @biancolounge Es un Beach Club sin orilla de mar pero con piscina. Recomendado para ir a comer en la tarde y quedarse bailando después.
- @veranda_by_apollonia otra opción para ir a comer o tomar algo frente a la playa.
LA RIVIERA ALBANESA, SUS CALAS Y PLAYAS KILOMÉTRICAS
Se conoce como Riviera Albanesa a toda la costa del mar Jónico en el mar Mediterráneo que abarca los distritos entre Sarandë y Vlora, en el sudeste de Albania. Este es un tramo donde se emplazan pueblos tradicionales mediterráneos, castillos antiguos, iglesias ortodoxa, playas poco concurridas de agua turquesa, puertos, cañones costeros, cuevas y más.
En Vlore, 150 km al sur de Tirana, se levanta uno de los primeros puertos comerciales del país y allí, a apenas 80 km de la italiana Brindisi, el Adriático comienza a convertirse en Jónico. Es el punto de partida de la famosa ruta por la Riviera Albanesa, un recorrido que sigue la carretera SH8 a lo largo de más de cien kilómetros de costa entre acantilados, montañas y vistas panorámicas llenas de sol.
TIRANA, SU GASTRONOMÍA Y ARQUITECTURA
El Parque Nacional de Llogara y asciende hasta los 2000 m de altitud por una carretera que circula entre pinos negros, hotelitos encantadores con techos a dos aguas y senderos de montaña, que luego desciende a Dhermi, en la costa, en un bellísimo zigzag. Parapentes multicolores acompañan nuestro recorrido, meciéndose en el cielo. La playa de Drymades, rodeada por un acantilado, de arena blanca y aguas transparentes marcará la tónica de la zona. Un poco más al sur se encuentra Gjipe Beach, una cala recóndita y salvaje, accesible tan solo tras más de media hora a pie. Ahí solo un par de chiringuitos ofrecen cerveza fría y comida caliente, y algunos turistas acampan en busca de soledad, atardeceres de Instagram y aguas limpias, profundas y tranquilas.
Para llegar a este destino, la entrada más recurrente es el aeropuerto Madre Teresa en Tirana, capital del país. Al llegar por esa ruta, para conocer la ciudad lo recomendado es hacer una caminata con el fin de conocer la arquitectura que quedó como herencia del Imperio Otomano.
Esta ciudad es una urbe ecléctica donde se unen mezquitas, iglesias ortodoxa, edificios de trazado italiano, construcciones de la época socialista y fachadas coloridas. Los albaneses disfrutan de la vida en la calle, las sobremesas largas y la vida nocturna en la avenida Ismail Quemali. La herencia mediterránea se percibe en la gastronomía, en los innumerables cafés y en algunas de las zonas residenciales.
Uno de los lugares claves para recorrer es el Bunker’Art, un refugio transformado ahora en un museo de memoria histórica cuyo acceso es la entrada a un búnker como los que salpican todo el país.
Theth, que también es conocida como Thethi, es una población que se encuentra en el distrito de Shkodër, al norte de Albania. El Parque Nacional Theth, en los Alpes de Albania, es uno de los sitios preferidos en el país para los turistas que quieren disfrutar de la naturaleza típica local. La mejor forma de llegar es en avión hasta Shkodra, desde donde se puede arrendar un auto. Este lugar es único en su estilo, por lo que se ha convertido en uno de los preferidos para los que buscan sumergirse en estos paisajes y para los alpinistas, quienes pueden disfrutarlo durante todo el año.
La riqueza geográfica de este país es evidente. Es un auténtico tesoro, donde cada una de sus localidades, cuál más linda que la otra, la convierten en el destino ideal para ir a descansar, conocer y recorrer nuevos destinos. Los lugares nombrados en este reportaje son solo algunos de toda la variedad de opciones en cuanto a playas, opciones gastronómicas y turismo. La preservación de cada núcleo, tanto de la costa como de las ciudades, es una multiculturalidad propia del país que la instauran como el destino que sÍ o sÍ hay que conocer.