¿Te sientes hinchada? Alíviate con un masaje de drenaje

La retención de líquidos nos acompaña durante todo el año, pero es cierto que cuando aumenta la temperatura, muchas veces se acentúa. Hay muchas causas asociadas a la retención de líquidos y varias formas para aliviarla, hoy profundizamos en el masaje. 

Al final del día lo notas claro, tus tobillos están hinchados, las piernas se sienten pesadas y el cuerpo en general se percibe con más volumen que con el que te levantaste. Así es la retención de líquidos y que en las mujeres se acentúa por los cambios hormonales, la mala circulación, al sobrepeso y al exceso de sal en las comidas.

También hay razones médicas que pueden influir, pues se asocia a enfermedades cardiovasculares y renales. El calor y la mala alimentación también son factores que influyen en la retención de líquidos. Sea cual sea la causa, es incómodo. Pero siempre hay buenas noticias, ¡se puede aliviar!

Hay ciertos alimentos que te ayudan a andar más liviana (mira estos jugos para deshincharte) y también te puedes ayudar con las manos, a través de los famosos drenajes linfáticos, una técnica que realiza movimientos suaves pero contundentes que favorecen la circulación, aliviando inflamaciones y retención de líquido. Se dice que los masajes de drenaje linfático benefician al sistema nervioso y refuerzan el sistema inmunológico.

“Tiene un efecto sedante, relaja, y también sirve para tratar celulitis, reforzar el sistema inmunológico y eliminar toxinas. Es muy recomendable para las embarazadas, las ayuda a eliminar líquido, sobre todo en las piernas”, explica Anne Marie Haack de Spa One & Only. Este tipo de masajes se recomienda a partir de los 15 años, tanto para hombres como mujeres saludables. Los enfermos de cáncer deben abstenerse de este tratamiento.

¿Cómo me ayudo en casa?

 

Aunque lo más efectivo es que el masaje de drenaje linfático lo realice un profesional en todo el cuerpo–con una frecuencia de dos veces a la semana si estás con demasiada retención de líquidos-, en casa también puedes hacer tu parte. Al momento de ponerte las cremas o antes de irte a dormir, puede masajear suavemente las piernas de abajo hacia arriba y presiona por detrás de la rodilla.

Si pones las manos debajo de las orejas (por el costado del cuello) puedes realizar pequeños círculos en el sentido del reloj y presionar ese punto con suavidad y luego soltando. Si sumas aceites esenciales como lavanda o caléndula, ¡tanto mejor!.

 

 

 

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