Slow fashion: Es momento de saber qué es la moda circular con todas sus letras

La inmensa (y millonaria) industria de la moda se reinventa con una filosofía más ética y responsable, que toma distancia de la cultura de consumo constante y caprichosa. Hablamos de la moda circular, un concepto que invita a reflexionar sobre el ciclo de nuestra ropa y en especial a promover una industria que circula -de ahí su nombre- y sea responsable en todo sentido.

¿De dónde viene lo que vestimos? ¿Quién lo hizo y bajo qué condiciones? ¿Qué pasa con nuestra ropa cuando la desechamos? ¿Estamos pagando un precio justo por ese producto? Esas son algunas de las preguntas que invita a plantearse la moda circular y a partir de ellas rediseñar nuestro comportamiento de consumo y el de los productores.

Según cifras entregadas por la ONU, la industria de la moda genera 92 millones de desperdicios sólidos al año, produce el 10% de las emisiones de carbono en el mundo y el 20% de las aguas residuales; por ejemplo producir un par de pantalones puede requerir hasta 10 mil litro de agua, mientras que un kilo de algodón virgen necesita alrededor de 13.000 litros de agua para su cultivo y posterior procesado y teñido. Es más, la industria de la moda fue declarada como la segunda más contaminante del planeta…

Frente a este preocupante panorama surge la moda circular, un sistema construido esencialmente sobre la base del sistema más antiguo de todos: el ecológico. Se trata de una cadena de ciclos compuesta por sinergias naturales que se conectan entre sí en diferentes escalas y velocidades.

Reducir, reusar y reciclar

¿Cómo se traduce esto en la moda? A través de re-pensar, re-diseñar y re-producir, para bajar al máximo el desperdicio de textiles. La invitación, tanto para los productores como consumidores, es dar unos pasos hacia atrás para avanzar hacia un futuro más sustentable en todo sentido, donde exista un modelo industrial circular (no lineal), es decir, sin principio ni fin.

Desde cómo se obtiene la materia prima de una prenda y cómo se construye, hasta de qué forma cobrará nueva vida un producto, en la moda circular todo está entrelazado y todo se retroalimenta entre sí.

Algunos principios básicos:

Comercio Justo. Promueve las relaciones equitativas y justas con el medio ambiente y con cada una de las personas que participan en el proceso productivo. También, por supuesto, implica el pago de remuneraciones justas.

Reutilización. Los materiales llegan al fin de su vida y en lugar de reciclarse se vuelven a reinsertar en el sistema dando forma a una nueva prenda o producto. En Chile algunas marcas que conciben el diseño sobre esta filosofía son Juana Díaz y 12-NA.

12-NA
Juana Díaz

Reciclaje textil. La materia prima pasa por un proceso de transformación que dará forma a un nuevo material, por ejemplo como lo ha hecho Nike o Adidas con la utilización de botellas PET y otros plásticos para hacer fibra textil que luego utilizan en la confección de prendas y zapatillas.

Re-pensar el diseño. Los productos se deben crear para que se puedan volver a insertar dentro del sistema, y para eso es necesaria una visión más amplia y responsable. El rol de diseñador es clave en el impacto o no que va a tener una prenda, por ejemplo respecto a su materiales o a los cuidados que exija.

Reducir el uso de recursos naturales. Tanto del consumo de agua, como reducir el uso de químicos y procesos que son altamente contaminantes para el medioambiente.

Consumo responsablemente. No se trata de dejar de comprar, pero sí de hacerlo responsablemente, con mesura y privilegiando la calidad. El slow fashion propone hacer auténticas inversiones a la hora de comprar ropa, considerando de dónde viene esa prenda, cómo y cuánto la usarás, cómo la cuidarás, qué harás con ella luego, etc.

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