¡Nos encantan los lunares! Pero, ¿vigilas los tuyos?

El cáncer de piel es uno de los más frecuentes, tanto así, que se estima que de un 3 a 7% de la población general podría desarrollar un melanoma a lo largo de su vida. La prevención que deriva de los lunares es FUNDAMENTAL, sobre todo considerando la alta exposición solar a la que nos sometemos todos los días. ¿Conoces tus lunares? Este es el A, B, C, D, E que te puede salvar la vida gracias a los consejos de SOCHIDERM (Sociedad Chilena de Dermatología y Venerología).

El melanoma o cáncer de piel se origina en los melanocitos, las células de la piel que nos dan color. Por eso los lunares (lesiones melanocíticas) requieren de observación. La exposición solar es un factor importante de riesgo para desarrollar melanoma, por lo tanto, usar protección solar (de amplio espectro, para protección UVA y UVB) a diario y reaplicar las veces que sea necesario, evitar las horas más intensas (de 10 a 16 hrs), así como tener en cuenta que las superficies claras reflejan los rayos UV (agua, nieve, arena).

También hay medidas de protección que consideran la vestimenta, el uso de sombreros, anteojos de sol y ropa adecuada (para los deportistas, por ejemplo, hay telas que cuentan con protección para la radiación UV). ¿Sabías que durante la infancia es cuando más se acumula daño solar? Por eso es importantísimo que estén protegidos.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo que propensan el desarrollo de melanoma son:

• Los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de melanoma son los siguientes:
• Historia familiar de melanoma.
• Piel clara (Fototipos claros, con tendencia a quemarse rojo y no se broncean fácilmente)
• Exposición solar intensa: aguda y crónica.
• Uso de solariums.
• Inmunosupresión.
• Número total de lunares (nuevos) > 100
• Lunares atípicos > 5
• Historia personal de melanoma.

El A, B, C, D, E de los lunares

 Una detección precoz puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Así de drástico, por eso una visita anual al dermatólogo es parte del autocuidado. Hay signos de alerta para considerar y eso contempla la sigla ABCDE, para identificar lunares atípicos. Atentas a:

A: Asimetría, la mitad de un lunar no coincide con la otra

B: Bordes, borde irregular o poco definido

C: Color, más de dos colores

D: Diámetro, mayor a 5 mm.

E: Evolución, cambio en tamaño, forma o síntomas asociados (ej. sangramiento, herida que no cicatriza).