Eustrés, la versión positiva del estrés, ¿lo conoces?

El estrés se ha convertido en una palabra demasiado recurrente por estos días, y aunque su lado negativo es el que se lleva toda la atención (distrés), también existe un lado positivo (eustrés) con beneficios poderosos para conseguir un equilibrio emocional. La clave para potenciarlo está en convertir la connotación que le damos a las preocupaciones y en nuestra capacidad para resolverlas. Conversamos con la psicóloga Daniela Quintanilla para adentrarnos en el eustrés.

“El estrés es una respuesta humana totalmente normal de la que podemos sacar provecho si sabemos escucharla y observar de qué nos avisaEl eustrés también conocido como estrés positivo,  hace alusión principalmente a la capacidad de afrontamiento de un individuo, es decir, todo el conjunto de acciones que permiten una mejora en el rendimiento para realizar y enfrentar  determinada tarea. Permite que salgamos que nuestra zona de confort tomando ciertos riesgos que no son de naturaleza peligrosa para poder llegar a la autorrealización personal. Produce alegría y satisfacción”, explica Daniela Quintanilla, psicóloga infanto-juvenil y adultos, e instructora de Kundalini yoga.

¿Cuáles son sus beneficios para nuestro bienestar personal?

Sus beneficios es que entrega un sentimiento de bienestar, pone en marcha nuestros recursos personales y nos hace buscar maneras creativas de alcanzar aquello que está ocurriendo. Genera seguridad y confianza por creer en nosotros y por sentir que contamos con los recursos internos  para hacerle frente al desafío que se nos está presentando por delante.

Desde el eustrés se genera el movilizarse, el accionar y ver la oportunidad de desarrollo  o de evolución, mientras que desde el distrés, hay una parálisis, dudas, cuestionamientos, lo que nos hace querer huir de la situación.

El beneficio es que existe una visión  y mentalidad positiva y realista versus una mentalidad negativa, ilusoria y destructiva. Las personas que vivencian eustrés adquieren nuevas habilidades, conocimientos, experiencias  al atreverse y salir de la zona de confort; tras ello son personas que desarrollan la curiosidad, la creatividad,  expansión de si mismos, gratitud y vitalidad.

¿Podemos potenciarlo?

¡Claro! Así como cualquier persona podría ir al gimnasio y entrenar su cuerpo, hoy es muy común entrenar la mente, existen muchos psicólogos, coaches y métodos de entrenamiento mental para traspasar las limitaciones que hemos construido con nuestra mente y que nos generan sufrimiento o estancamiento. La clave es trabajar  la mentalidad. Si nos sentimos en distrés o eustrés está directamente relacionado con la mentalidad de cada persona, dependiendo de nuestra mentalidad es cómo vemos y percibimos lo que nos acontece.

Para entrenar la mentalidad es importante observar los pensamientos y cuestionarlos. Muchas veces en  nuestra mente tenemos creencias irracionales y las damos por sentado; he ahí la importancia de cuestionarnos ¿Qué tan cierto es esto que me esta diciendo mi mente?  Y desde ahí encontrar y construir  nuevas respuestas, nuevas creencias y pensamientos que me apoyen en mis proyectos, propósitos y desafíos; para así dejar atrás viejos hábitos mentales.

¿Cómo afrontar positivamente esas situaciones que nos alteran y sacan de nuestra zona de confort?

-Detenerse. Generar una pausa, tomar un tiempo contigo misma, de reflexión y contacto para observar conscientemente. Hacer una revisión más profunda de lo que te esta pasando. Comprométete contigo a darte un momento para observar aquello que está ocurriendo. Repite esto cada vez que lo necesites.  Estas preguntas pueden ayudarte a observar. ¿Por qué me siento amenazada con esta situación? ¿Qué de mi está en peligro?  ¿Qué me está sacando de mi equilibrio? ¿Qué  estoy pensando que me  genera este malestar o  distrés? ¿Qué efectos producen estos pensamientos en mi? ¿Son ciertos? ¿Realmente no puedo?

Ir respondiendo estas preguntas puede hacerte volver a encontrar equilibrio y ver la situación menos amenazante y más amigable, contactarte con tu poder personal, ver  las posibilidades que existen y encontrar nuevas herramientas dentro de ti.

Estar en movimiento físico. Cuando nos movemos vemos las cosas distintas y nos permite salir del estancamiento. No lo pienses mucho y muévete, el moverse corta con la negatividad mental y la parálisis que muchas veces nos deja el miedo. Movernos físicamente nos entrega oxigenación,  flexibilidad mental y permitiéndonos cambiar de foco y abrirnos a que lleguen otras ideas y sentimientos; nos permite una renovación completa. Estamos diseñados biológicamente para estar en continuo movimiento, cuando no lo realizamos nuestra energía se pone densa,  nos pegamos y atascamos en pensamientos repetitivos sin encontrar salida, cómo laberintos mentales que producen sufrimiento y malestar. La invitación es a que muevas el cuerpo, encuentra tu forma y la que a ti te apasione y acomode.

Toma contacto con eso que te apasiona hacer, eso que no requiere  esfuerzo sumérgete en actividades que te fascinan tanto que te olvidas de todo y solo quedas en  el presente. Algunos ejemplos pueden ser practicar  yoga, bailar en tu pieza una canción que te guste, entrenar, correr, tocar guitarra, cocinar, crear, plantar. Todo esto cambiará tu química interna, lo que traerá estados mentales, emocionales y físicos de mayor armonía y conexión.

-También sugiero técnicas de respiración , meditación o yoga.

“Si sientes que el distrés esta tomando tu vida y se te está haciendo difícil manejarlo, sugiero que consultes con un especialista quien te ayudará a encontrar tus herramientas y recursos de afrontamiento”, advierte Daniela.

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