Ayuno intermitente, los beneficios para una vida más saludable

¿Aguantarías 16 horas sin comer? Si tu respuesta es ¡JAMÁS!, quizás cambies de opinión luego de leer esta nota. Acá te contamos de qué se trata el ayuno intermitente, una antigua técnica que resurge como la promesa para controlar el peso, bajar el índice de grasa corporal y llenarte de energía, entre muchos beneficios.

“El ayuno intermitente es una práctica ancestral que consiste en períodos cíclicos de ayuno (ausencia de ingesta de alimentos) y alimentación. Existen varios tipos, pero el relacionado con la técnica del ayuno intermitente, es en el que hay ausencia de ingesta de alimentos que tienen el potencial de elevar la hormona insulina en la sangre, que son principalmente los carbohidratos y en segundo lugar las proteínas”, explica la doctora Paulina Vega, fundadora y directora de la Clínica de Medicina Funcional y Estilo de Vida NeoSer.

Pero no absolutamente todo está prohibido, para calmar el hambre o la ansiedad, se puede tomar café, té, caldos y grasas puras como el aceite de coco (algo, es algo…). La cantidad de horas de ayuno es variable, y por supuesto entra en el conteo las horas sin comer mientras dormimos (8 aprox.), pero se recomienda un mínimo de 16 horas para observar sus ventajas, con una frecuencia variable según cada persona. Para hacer un calculo sobre 16 horas de ayuno, si tu última comida es a las 21.00 hrs. la próxima debería ser a las 13.00 hrs. del día siguiente.

Pasadas las 16 horas viene el ‘des-ayuno’, la comida con que rompemos el ayuno, y un período de 8 horas en que se puede comer. Pero para ver beneficios, tampoco nos podemos lanzar sin restricciones: “quienes más demuestran obtener beneficios son personas cuya alimentación sigue más la tendencia low carb high fat (LCHF), ya que al consumir menos carbohidratos, de por sí tienen peaks de insulina más bajos y menos frecuentes. Además se consume mayor cantidad de grasas (ojalá siempre saludables), lo que en conjunto ayuda a tener una sensación de saciedad más prolongada, menor sensación de hambre y mejor mantención de energía, ya que el organismo cambia el switch a ocupar la grasa como combustible”, describe Paulina.

Respecto a sus beneficios, la lista es tan amplia que hace muy tentador aventurarse al ayuno prolongado. Algunos de ellos son el control del peso, disminución del porcentaje de grasa corporal, mejoría de funciones cognitivas, optimización de la energía, regulación de los niveles de glucosa, insulina, colesterol, reducción de la inflamación, etc.

¿Cualquiera puede hacerlo? “Para iniciar ayunos intermitentes es clave hacerlo bajo supervisión médica y nutricional. Ya que, si bien es una gran herramienta, sus resultados dependen de cómo es ejecutado, cómo es la alimentación, así como también la micronutrición de la persona que lo ejecutará y el balance hormonal de esta. Por esto, el ayuno es maravilloso, pero no es para todos en cualquier momento. En muchos casos vamos a pulir otras cosas antes de iniciar con horas prolongadas de ayuno”, advierte Paulina.

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