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¡Ábrele las puertas a tus puertas! Es momento de renovarlas y refrescar el look de la casa
Cambiar el look de tu casa sin obras es posible ¡renovando las puertas! Sí, es un acierto y todos los argumentos para hacerlo son ventajas. Desde cambiar sus manillas, pintarlas del mismo color de las paredes, hasta lijarlas y preservar su look natural son algunos de los cambios que te presentamos aquí; todos fáciles, baratos y lo mejor es que no necesitas contratar a nadie para que lo haga. Así que ponte el overol ¡y empieza!
Las olvidadas
Las puertas son aquellos accesorios olvidados de la casa, las damos por hecho, simplemente creemos que siempre han estado ahí y que su presencia no es relevante. Les contamos que estábamos muy equivocadas si pensábamos lo anterior, ya que las puertas, además de mantener el calor en invierno y el aire fresco en verano, pueden transformar un lugar oscuro en algo ameno al darle más luz natural, por ejemplo. Y si no queremos cambiar el aparato completo, podemos enchularlas cambiándole pequeños grandes detalles que marcarán la diferencia.
Si son antiguas…
¡Recupera su espíritu! Sobre todo si estas son de madera (la madera es uno de los materiales más nobles que siempre se verá bien y nunca pasa de moda). Lo primero que debes hacer es desmontarla, luego lijarla, ¿por qué? Porque así la madera absorberá mejor la nueva pintura (en caso que la pintes de nuevo), o bien, si la dejas al natural, siempre es bueno descubrir qué hay detrás de su primera capa (puede resultar fascinante y aun más bonita).
Pequeños grandes efectos
Cambiar las manillas es súper fácil, es un trabajo rápido y no requiere mucha inversión. Te recomendamos darte una vuelta por algún mercado de cachureos o antigüedades, allí siempre te encontrarás con más de una sorpresa. Le dan un nuevo look a la puerta y además la ponen en valor.
Si tienes puertas en el living o comedor con cristales, anímate y cámbialos, la puerta cambiará muchísimo. Ten en cuenta que los transparentes aprovechan más la luz que los traslúcidos, mientras que estos últimos otorgan mayor intimidad.
Agrega color
Sea del estilo que sea, puedes pintar la puerta del mismo color que las paredes que la rodean. Puedes jugar y crear espacios monocromáticos interesantes convirtiéndolos en pequeñas “cajas” de colores. O bien puedes elegir un color opuesto o diferenciador al de los muros para resaltar este accesorio tan importante de la casa.
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