Todo a las hombreras

Oversize y bien definidas son un acento que tomó fuerza en los años 30, influenciadas por la moda masculina con el propósito de igualar la balanza entre géneros y romper con estándares previamente impuestos. Por eso, las hombreras XL son la tendencia que vuelve para marcar la silueta de las mujeres como un símbolo poderoso.

En la sastrería futurista de Louis Vuitton, en el corte clásico de Saint Laurent y en la personalidad de Schiaparelli, se enfatizan como un patrón para poner el foco en la parte superior del cuerpo, dejando de lado la cintura. Y así, los volúmenes exagerados se convierten en propuestas para todo tipo de eventos.

Desde trajes sastreros hasta prendas más urbanas en denim, tienen una presencia que resalta y que combinadas con faldas, pantalones o vestidos sirven tanto para el día a día como para la oficina. Este toque de “power dressing” hace un guiño a un logro personal o profesional como parte de la moda contemporánea. La estructura y el patrón geométrico es un detalle que permite un look and feel más audaz, más llamativo y más jugado. Y aunque lejos de ser sutiles, son una forma equilibrada de resaltar un look.

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