Obsesión por los bolsillos

La próxima gran tendencia no es un color, tampoco una prenda, sino que un complemento significativo. Su nombre se debe a su capacidad de carga y es el detalle más práctico de la temporada. El nuevo y sofisticado bolsillo cargo, tanto en su formato XL como en su versión más pequeña, se ha convertido en el protagonista indiscutido.  

De forma cuadrada y con fuelle, aparecieron por primera vez en la indumentaria militar británica. El formato resultó tan práctico que se comenzó a coser en ropa de pesca, de montaña y de trabajo. Y con esa extraordinaria habilidad que tiene la moda de convertir algo utilitario en una intención, se volvieron una estética para toda la vida.

En los 70 se utilizaron como un símbolo de libertad de los movimientos de mujeres sufragistas, en los 90 como referencia urbana, hasta llegar a los 2000 convertido en un patrón de la cultura pop. Hoy dan un salto a la tendencia “Y2K” y firmas como Miu Miu, Isabel Marant, Sacai, Chanel y Loewe ya han apostado por ellos. Transformándolos en piezas centrales de sus últimas colecciones, donde los vemos sobredimensionados, a la vista y con un gran volumen para guardar cosas y prescindir de una cartera. Mientras que su versión petit, es ideal para esconder las manos del frío y además añaden un toque de diseño recto.

El caso de los bolsillos en los pantalones cargo se extendió de tal manera, que hoy los encontramos en chaquetas, camisas, faldas e incluso cinturones, y cómo no, si se ha desarrollado una sastrería que por más sencilla que parezca, es parte de lo que se conoce como glam utility, donde la ropa es cómoda, sin dejar de ser elegante o trendy.

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