Sin reglas, con sentido de pertenencia y una sensación de tranquilidad, en su portafolio hay proyectos residenciales, restaurantes y proyectos comerciales. Inspirados en sus años de trabajo y estudios en Milán vemos en cada uno su propio dejo de maximalismo planteándose como diseños jugados, con toques vibrantes, donde lo ecléctico reina en la selección de tonos, las texturas y los elementos decorativos.
Fiel a su estilo, la casa de Francesca Bassi se habita en virtud de colores, de vetas marcadas y de objetos entretenidos con historia e identidad, los cuales combinados con elementos modernos de arte y tapices de terciopelo, sedas, se vuelven un oasis de que desprende armonía.
La dinámica va cambiando según la luz del día y el equilibrio cromático que entrega esa variación, le permitió añadir ciertos puntos focales para mantener ese espíritu llamativo, los cuales acompañados de guiños al art decó y toques sugerentes, dan vida a rincones elegantes, muy vividos y no exentos a una dosis de espectáculo cotidiano.









